Líderes con perspectivas de pensamiento
EN 5 PUNTOS
- Un cambio de perspectiva puede cambiar todo al instante.
- ¿Qué es una perspectiva?
- Las 7 perspectivas de pensamiento.
- Los beneficios de conocer sus perspectivas.
- ¿Cómo conocer sus perspectivas?
Escrito por Emiliano Pérez – Tiempo de lectura: 12 minutos
Mi nombre es Emiliano Perez Romero, y soy una persona consciente de mis siete perspectivas de pensamiento, aunque sólo he dominado dos.
¿Qué significa eso? Más adelante te lo explicaré, primero quiero compartirte que desde que cambié conscientemente mi perspectiva, dí un salto impresionante en mi vida. Comencé a disfrutar de mis logros y a ser más agradecido por las personas que me rodean. Comencé a aumentar mis ingresos, ganar tiempo de calidad con mi familia, inspirar a más personas, ayudar a la sociedad y sigo aumentando exponencialmente mi desarrollo. ¿Cómo lo logré? ¿Cómo me dí cuenta de ello? Estas respuestas las encontrarás en este artículo.
Imagínate en una situación de tu pasado donde tomaste una decisión difícil, por ejemplo pedir matrimonio, pedir un trabajo, negociar un divorcio, emprender un negocio, despedir a alguien de tu equipo, independizarse, etc. Concéntrate en ese momento, pero no cierres los ojos, al contrario pon atención y recuerda lo que pasó por tu mente en ese momento ¿Qué tomaste en cuenta para tomar acción? ¿Pediste algún consejo y a quien? ¿Por qué otras alternativas no te convencieron?
Estas preguntas fueron el inicio de toda una investigación que duró casi 12 años y que me permitieron llegar a descubrir las 7 perspectivas que dieron la base para crear la metodología din don. Las primeras conclusiones fueron las siguientes:
1 – Hay dos tipos de decisiones: las que se queda en nuestra mente y las decisiones que nos convencen y se ponen en acción.
2 – Las decisiones que se convierten en acción, están influidas por el grado de certeza o incertidumbre que percibimos del entorno hacia el futuro.
3 – La conciencia de los bloqueos mentales es importante para tomar decisiones. Estos bloqueos pueden ser culturales, emocionales o de percepción y generalmente reduce nuestra capacidad creativa;
4 – Entre más bloqueos mentales tenga una persona menos alternativas positivas se presentan en su mente.
5 – La forma en que comunicamos y compartimos las decisiones no dependen estrictamente de factores relacionados con la personalidad: sistema representacional (auditivo, kinestésico y visual), formación académica, tipo de liderazgo, temperamento, talento, rasgos de personalidad, sistema generacional, nivel de competencias y/o habilidades de la persona.
6 – El proceso final para tomar acción depende de la perspectiva dominante: la perspectiva actúa como un filtro o embudo que acepta o rechaza las posibles soluciones que tenemos en mente.
7 – La mayoría de las personas tomamos decisiones de forma reactiva, dejamos para después los métodos, instructivos o técnicas para la toma de decisiones, peor aún, llegamos a creer que las decisiones son un acto de suerte.
¿Qué es una perspectiva?
De acuerdo a la metodología din don, una perspectiva se refiere a todo aquello que percibimos como real y que nos ayuda a tomar acción. Cuando somos conscientes de nuestra perspectiva además de tomar mejores decisiones logramos un mayor impacto en el entorno. Metafóricamente hablando la perspectiva es como un cristal multicolor con diferentes interpretaciones del entorno.
Nuestra perspectiva se va formando conforme aprendemos, mediante la especialización de algún conocimiento y por la experiencia adquirida. Nuestra perspectiva se va perfeccionando conforme tomamos decisiones, por las negociamos exitosas y negociaciones en donde fracasamos. También nuestra perspectiva está influida por el nivel de control sobre el ego y por la forma en que nos comunicamos con los demás.
¿Cuáles son los beneficios de conocer nuestra perspectiva?
Cuando somos conscientes de nuestras perspectivas podemos perfeccionarla mediante un plan y complementar con otras personas y aprender de todas las perspectivas complementarias. Cuando entendemos el por qué tomamos decisiones, podemos mejorar muchos aspectos de nuestra vida laboral, personal y profesional. Algunos de los beneficios de conocer y darle seguimiento a un plan para mejorar tu perspectiva son los siguientes:
- Podrás comunicarte de mejor manera, contigo y con los demás.
- Te permitirá colaborar de forma más eficiente.
- Te ayudará a cooperar con personas muy diferentes a tu forma de pensar.
- Podrás negociar con mayores resultados con tu equipo de trabajo, socios y colegas.
- Aumentarás la velocidad para generar ideas, conocimiento, herramientas y aprendizajes.
¿Cuáles son las 7 perspectivas?
Existen 7 perspectivas de pensamiento que en la metodología din don están representadas por un color y se complementan entre sí. Cuando una personas es consciente de su perspectiva, comienza a comprender el porqué y el cómo es que toma decisiones dando paso a anticiparse, negociar y ampliar los escenarios donde antes no había solución. Le permite interactuar de forma asertiva, empática y efectiva, con el fin de clarificar cada perspectiva se le asignó un color diferente. A continuación te compartimos una breve descripción:
Perspectiva Azul
Perspectiva Azul
Perspectiva Amarilla
Perspectiva Amarilla
Perspectiva Verde
Perspectiva Verde
Perspectiva Morada
Perspectiva Morada
Perspectiva Naranja
Perspectiva Naranja
Perspectiva Roja
Perspectiva Roja
Perspectiva blanca
Perspectiva Blanca
7 Perspectivas
Perspectiva
¿Cómo identificar tu perspectiva?
Ahora ya conoces una breve descripción de cada perspectiva. ¿Con cuál te identificas más? ¿Te gustaría saber cuál es tu perspectiva dominante? El diagnóstico din don es un cuestionario que te permitirá conocer cuál es tu perspectiva dominante y lo puedes realizar gratuitamente en el siguiente link: http://bit.ly/diagnósticodindon
Se requieren líderes con nuevas perspectivas
Durante varios años me he percatado que los mayores problemas empresariales y sociales derivan de las malas decisiones que toman y omiten sus líderes. Por mencionar algunos: la contaminación, la corrupción, la discriminación, los altos índices de obesidad, la falta de ventas, la poca retención de talento, las finanzas sanas, etc. La productividad, la rentabilidad y la competitividad que exige el entorno empresarial y social han orillado a muchos líderes a tomar decisiones rápidas, decisiones carentes de visión y propósito, decisiones egocéntricas y decisiones poco humanas. Por ejemplo, algunas empresas invierten más en el resultado que en el proceso, creando un clima muy agresivo; y peor aún, en algunos casos, las empresas invierten en acciones para maquillar una reputación empresarial hacia fuera de ella, en lugar de procurar un bienestar al interior de la misma con sus colaboradores.
Más del 80% de empresarios que he ayudado, principalmente a mejorar sus empresas y su desarrollo personal, toman decisiones desde una sola perspectiva. Están ligados a su propia experiencia y por lo general no consideran más posibilidades porque se resisten a tomar decisiones diferentes. Esa resistencia deriva simplemente por el hecho de que aún no han sido probadas por ellos mismos. Un empresario que generalmente usa pocas perspectivas al tomar decisiones tiende a usar la palabra destructiva “pero” respondiendo a cualquier idea o solución que es diferente a su contexto. Una manera de abrir la puerta hacia otras perspectivas es sustituir en nuestro lenguaje esa palabra “pero” por la palabra “y si“.
Están ligados a su propia experiencia y por lo general no consideran más posibilidades
También quiero resaltar que el empresario, a nombre de la productividad y la competitividad, a menudo se ve en la necesidad de despedir a personas que no dan resultados y que seguramente piensan diferente a él. De la misma manera cuando el empresario se da cuenta que una persona es productiva, hace lo posible por mantenerla motivada y por desarrollar las condiciones y cultura que favorezcan su permanencia. Estos dos puntos generan un sesgo que se va intensificando conforme la empresa crece y se desarrolla: la empresa se mimetiza por la perspectiva del líder. Conforme va creciendo este sesgo, se crea más incertidumbre y ambigüedad hacia el futuro; hace que el empresario se vea en la necesidad de trabajar en equipo y que termine abriendo la puerta a nuevas perspectivas y a aceptar nuevas opiniones. Cuando un empresario conoce más allá de su perspectiva dominante comienza a reducir este sesgo, mejorando la toma de decisiones, ampliando la creatividad, la colaboración y cooperación con su equipo de trabajo. ¿Cómo sé si necesito complementar estas perspectivas? ¿Cómo sé si tengo un sesgo empresarial? ¿Cómo aceleramos este proceso?
Las respuestas a estas preguntas comienzan conociendo tu perspectiva y las perspectivas de tu equipo de trabajo. Si todos los empresarios tomáramos decisiones incluyendo más perspectivas y complementando nuestras decisiones con otras perspectivas podríamos hacer una cambio muy significativo en nuestro entorno, es decir, los cambios serían más rápidos, poderosos, duraderos, integrales, innovadores y rentables.